Este sencillo Pollo Marsala se cocina rápido y lo puedes servir con tu pasta favorita y una ensalada.
La comida es uno de los pilares de una vida simple. ¿Pero por qué siempre pareciera ser tan complicado cuando queremos invitar a alguien? Puedo pensar en muchas razones: estamos muy ocupados, no sabemos qué cocinar, o no tenemos la confianza para invitar a los demás a nuestra casa (toda una nueva lista de miedos).
¡Hoy prepararemos uno de mis platillos favoritos con pollo, en mi cacerola de Le Creuset de 3.5, y les compartiré la receta de un delicioso Pollo Marsala. Es mi cacerola favorita porque no solo tiene gran capacidad para la comida, sino que es muy bonita para servir la comida en una reunión casual!
Pero si les voy a decir la verdad, no he usado esta cacerola en algún tiempo. Mi cacerola tenía comida y residuos en el interior y el exterior, a pesar de que ya la había tallado. Además, yo no estaba muy a gusto cuando la utilizaba con visitas.
Les presento la Esponja de Tallado Extremo Scotch Brite,mi favorita. Tiene un tratamiento para resistir los olores bacteriales y tiene un poder abrasivo cuatro veces mayor que el de la siguiente marca en el mercado, esto para eliminar los residuos de la comida adherida.
¡Tampoco conserva los olores desagradables como muchas de las esponjas que había ;utilizado antes! Una vez que empecé a tallar con agua caliente con mi Esponja de Tallado Extremo, limpié el interior de la cacerola (donde estaba la comida adherida) y el residuo se desprendió! ¡Ahora luce otra vez como nueva!
Para el Pollo Marsala, usé mi cacerola Le Creuset para sofreír las cebollas y los champiñones. Después, los coloqué en otro recipiente. Luego cociné el pollo en la misma cacerola (después de haber sacudido el pollo en una bolsa Ziploc con harina, sal y pimienta).
Combinar juntos, agregar la Marsala, y cocinar hacia abajo. Luego, justo antes de servir, agregar la crema agria, y adornar con perejil! Hermosa.
En un sartén grande o en una cacerola de 3.5, calienta el aceite de olivo a fuego medio, agrega los chalotes y el ajo y cocina hasta que se cuezan. Cámbialos del sartén a otro recipiente, déjalos aparte.
Cubre el pollo con la harina, sal y pimienta (utiliza una bolsa Ziploc para así agitar el pollo dentro). En la misma cacerola, a fuego medio-alto, agrega una cucharada de aceite y sofríe la mitad del pollo durante 1 a 2 minutos por lado hasta que se torné ligeramente café. Coloca el pollo en un plato y mantenlo caliente. Repite con la segunda cucharada de aceite y el pollo restante, colócalo en un plato diferente y mantenlo caliente.
Agrega la otra cucharada de aceite en el sartén y revuelve los champiñones. Cocina durante 5-6 minutos hasta que se cuezan. Sin fuego, agrega el marsala y cocina durante 1 minuto, descarta del sartén cualquier trozo quemado. Aparta el líquido (mantén los champiñones en el sartén) y colócalo aparte. Vuelve a añadir el pollo al sartén, coloca la mezcla de cebolla encima.
En un sartén diferente, coloca la salsa de marsala. Agrega la harina de maíz a 1/4 taza de agua fría, y bate hasta que se suavice. Viértelo en la salsa de marsala y caliéntalo a fuego alto, remueve hasta que se haga espeso. Agrega la mantequilla derretida, remueve. Agrega la crema ácida, remueve.
Vierte la salsa de marsala sobre el pollo, las cebollas y los champiñones en la cacerola. Pon a hervir el pollo con marsala; después deja que hierva a fuego lento y con una tapadera durante 15 minutos.
Mientras tanto, prepara la pasta siguiendo las instrucciones del empaque, alrededor de 11 minutos.
Adorna el pollo con el perejil picado. Sirve sobre la pasta cocida.
Este artículo fue adaptado del original por Sandy Coughlin.